El viajero que visita Córdoba quizá muestre curiosidad al encontrarse, en una pequeña plaza o sobre una torre, un monumento conmemorativo dedicado al Arcángel San Rafael. Su sorpresa irá en aumento si se detiene a comprobar el número total de estas esculturas que se hallan dispersas por toda la ciudad. Los triunfos, pues así han dado en llamarse, constituyen una representación fervorosa de la devoción popular. En años de grandes penurias o epidemias, las gentes de Córdoba se encomendaban a su Santo Custodio, erigiendo triunfos por doquier.
Cercano a la puerta del Puente encontramos el más vistoso de todos. Realizado en el siglo XVIII, fue terminado por Miguel de Verdiguer. La etérea columna que sustenta al Arcángel se erige sobre una torre que hunde sus muros, a su vez, en una gruta. Son símbolos del inframundo, lo terreno y lo divino.
Aquí os dejo unas fotografías del Custodio de San Rafael
Espero que os gusten.
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